Instantaneas

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lunes, 18 de abril de 2016

XXVI - Vientos de cambio

   Me encuentro en un valle en donde me llega la hierba hasta la cintura y es mecida por el viento, a lo lejos veo que viene algo a toda prisa hacia donde me encuentro y mientras se va acercando observo horrorizado que se trata de una armadura fantasmal del color fuego, moviéndose sin que nadie la lleve puesta. Al llegar a mi se detiene y observo que lleva las mazas que me fueron robadas y como me mira la armadura pero lo extraño es que no la lleva nadie puesta sino como si hubiera cobrado vida por arte de magia. Al poco me despierto sudando y me doy cuenta que se trata del mismo sueño que estoy teniendo desde hace bastantes meses, el mismo sueño que intenta decirme algo relacionado con esa armadura, como si me estuviera llamando y lo más extraño es el hecho de que mis mazas se encuentran con esa armadura...debo de llegar hasta dicha armadura y desentrañar el significado del sueño.

   Tres días después de haber tenido el sueño me informan que ha llegado un trol buscándome, por lo que me dirijo a verle y al llegar junto a él me indica que debo dirigirme a Cuna de Invierno que en una cueva encontraré el significado de mis sueños; tras decir esto se desvanece y nos quedamos mirándonos unos a otros sin saber muy bien que decir. 
   Me dirijo a Gresi y le digo que estaré fuera un tiempo, que debo ir a Cuna de Invierno a una misión de exploración, a lo que me indica que tenga cuidado debido a los recientes enfrentamientos entre los miembros de la hermandad y los miembros de la Alianza que han jurado destruirnos y le digo que si intentan matarme, les será complicado. Dos horas más tarde me dispongo a coger un helicóptero goblin que me han prestado los miembros de Vengeful Horde con el equipaje preparado, ropa de abrigo y suministros para varios días, a lo que el piloto me dejará en la ciudad goblin de Vista Eterna y volverá a Orgrimmar. 
   Tras un largo viaje, llego a Vista Eterna y compruebo que hay poca actividad en la ciudad, aun siendo goblin, por lo que me parece muy extraño y decido investigarlo mediante la meditación y preguntando a los elementos. Una vez me han dado la habitación me dispongo a entrar en meditación con los elementos cuando se abre la puerta y veo a un goblin enloquecido que se lanza contra mi.

   Mientras tanto, en Orgrimmar a Rikzul le informan de las diferentes noticias acaecidas sobre los miembros, a lo que pregunta cuantos miembros quedan por volver y le dicen que ya han regresado todos pero que un chaman ha salido al norte. Rikzul pregunta que porqué y Gresi le informa de que Snotling le dijo de que tenía una misión de exploración que llevar a cabo y que regresaría al cabo de varias semanas. En ese momento llega Glutamina para entregar su informe y le indica a Rikzul que ha localizado en Forjaz a los miembros que quieren exterminar y acabar con Vengeful Horde y se trata de los antiguos miembros de la Horda que renegaron de sus orígenes y mediante magia cambiaron su raza. Dicha magia es muy antigua y poderosa pero se necesita de mucha energía y solo se puede emplear una vez en el mismo individuo. Rikzul sopesa la información recibida y decide que se retiren todos pero que su consejo de guerra permanezca con él ya que hay que llevar a cabo planes por si esta hermandad enemiga decide volver a golpear.

   Snotling recibe la carga del goblin enloquecido y le parte el cuello con facilidad, tras esto recoge el equipaje y se marcha corriendo de la posada y observa como la ciudad ha enloquecido y sus habitantes se lanzan unos contra otros. A lo lejos ve un lobo de guerra en el que se monta y se dirije a una loma cercana desde donde puede ver todo el paisaje alrededor y Vista Eterna y desde donde puede meditar profundamente para poder encontrar la cueva que le indicó el trol antes de desvanecerse. Se sienta en la nieve de la loma y comienza a meditar para entrar en sintonía con los elementos cercanos, saber que ha pasado en Vista Eterna y poder observar desde el plano elemental las cuevas de Cuna de Invierno. Tras largos minutos en el plano elemental siente que los elementos se encuentran molestos debido a una armadura en una cueva que ha sido forjada en las profundidades magmáticas e imbuida en el poder del fuego. También siente la presencia de sus dos mazas y que parte de su esencia ha pasado a la armadura, lo que deja perplejo a Snotling.

lunes, 11 de abril de 2016

XXV - Fantasmas del pasado

   Se encontraba Rikzul en el cuartel general de la hermandad cuando uno de los mensajeros llegó a toda prisa con el mensaje de que su segundo al mando había sido emboscado y como se habían enviado a Momi y a Luciano a ayudarle. Le informa de que los emboscadores han sido identificados como unos antiguos camaradas de la Horda que la traicionaron y se pasaron a la Alianza cobrando altas sumas por los encargos mas sucios que se pudieran pensar, a lo que Rikzul ordena al mensajero que haga volver a todos los miembros distribuidos por el mundo.

   En ese mismo momento, en los Claros de Tirisfal, Snotling se estaba dirigiendo a la costa norte porque le habían informado de que un compañero de hermandad quería reunirse con él, en una casa abandonada de una vieja granja. Poco antes de llegar, siente que hay algo que no marcha como debería y sospecha que puede ser una trampa, por lo que se acerca escondiéndose tras los pocos arboles cercanos y cuando se encuentra lo bastante cerca ve salir a varios sujetos de la casa en dirección suya con intenciones hostiles portando hachas, espadas, mazas. Snotling cogió las hachas que le habían prestado, ya que le habían robado sus mazas y corrió contra los atacantes y se dispuso a defenderse. Snotling fintó a la derecha y descargó varios tajos con las hachas que decapitaron y desmembraron a tres atacantes y después hizo otra finta a la izquierda y se agachó, para esquivar otro golpe que lo hubiera decapitado, cogiendo fuerzas para saltar sobre los atacantes restantes y destriparlos, dejando solamente a uno cojeando que se arrastraba intentando huir. Snotling le dio alcance y lo cogió del pecho y lo levantó dejando los pies en el aire y le interrogó sobre quien había ordenado y planeado la emboscada pero en el momento que iba a hablar el moribundo comenzó a arder y Snotling vio a lo lejos a un elfo de la noche con la cabeza encapuchada pero reconoció su mirada. Comenzó a correr en dirección al elfo pero cuando lo iba a alcanzar un resplandor lo cegó y el mago desapareció debido a un hechizo de teletransportación. Snotling se fue de nuevo hacia Entrañas para volver a Orgrimmar lo antes posible y reunirse con Rikzul y comentarle la situación.

   En una cueva cercana a Darnasus se teletransportó el mago elfo de la noche y se encuentra con los compañeros que lo esperan y les comenta lo sucedido, a lo que deciden ir a Feralas y acabar con los miembros de Vengeful Horde que se encuentran ahi y sobre todo intentar coger vivo a Snotling ya que ese chaman es muy valioso. Tras la reunión el mago abre un portal a Forjaz ya que tienen que reunirse son el resto del grupo que se ha dedicado a seguir a Snotling y que ademas les encargaron acabar con la molestia llamada Vengeful Horde. En Forjaz una picara escondida en las sombras observa como atraviesan el portal el mago y el resto del grupo y sonrie al reconocer a viejos camaradas.

sábado, 9 de abril de 2016

XXIV - Vengeful Horde

   Desde que entré en la hermandad, me siento más protegido y me encuentro encantado de su propósitos, defender a la Horda y expulsar a la Alianza de territorio Horda. He hecho amistad con unos extraños sujetos, unos orcos muy parecidos llamados Hicks y unos no muerto llamados Murray, son digno de estudio aunque son eficaces como si fueran uno solo. El comandante y jefe de la hermandad es otro orco, llamado Rikzul, que impone el orden con sus hachas gemelas y de las que gotea la sangre de los enemigos a la Horda y a la hermandad. Los demás miembros son también enigmáticos pero agradables y tienen un concepto de hermandad muy fuerte.

   Rikzul se acercó a Snotling y le pidió que informara a Momi y a Luciano que debían salir en una hora a Silithus a investigar cerca de una colmena silitida un rastro de actividad cultora:

-Snotling:"Iré de inmediato a avisarles."
-Rikzul: "Diles que si necesitan ayuda, contacten con Mordekay, que se encuentra en Feralas investigando el porque los ogros de la Masacre han comenzado a atacar a las caravanas hordas que van desde Desolace hasta Feralas y las Mil Agujas. Espero que no forme parte de algo mas grande y peligroso para Azeroth."
-Snotling: "Necesitas que después de informarles, ¿vaya a investigar a algún sitio?"
-Rikzul: "De momento no es necesario, pero estate preparado por si acaso tienes que partir con Thaip hacia Rasganorte, que parece que los vrykul han vuelto."
-Snotling: "Me encantaría partir cuanto antes."
-Rikzul: "Avisa entonces a Thaip y partir al norte."

   Después de informar a Momi y a Luciano que partieran a Silithus se dirigió a la Arena, en donde todos los guerreros que quisieran participar, lucharían contra bestias, paladines, etc y el que los derrotara a todos se llevaría un buen premio, para encontrar a Thaip y se encontró con Gresi que le informó que Thaip se encontraba en Lunargenta a lo que Snotling le dio gracias al monje, un hermano que veía la vida de una forma distinta al resto. Tomó el camino hacia el ascensor para tomar el zepelin que le llevaría a Claros de Tirisfal y de ahí a Lunargenta.

   Momi y Luciano se dispusieron a tomar el camino hacia Silithus yendo por Durotar y los Baldios del Norte y en el Cruce coger un par de dracoleones para volar hasta el Fuerte Cenarión. El porqué de hacerlo así, no levantaría sospechas en la ciudad, por si hubiera algún espía. Llegaron al alba al Cruce, tras pasar unas horas en Cerrotajo hablando con los compañeros orcos y tauren destinados en el poblado. Una vez en el Cruce, les informaron de que debían ir urgentemente a Feralas porque Mordekay solicitó ayuda, así que los dracoleones que tomaron se dirigieron a Feralas.

jueves, 7 de abril de 2016

XXIII - Guerra Civil

   Han pasado 2 años desde el final de la Guerra Civil que casi destruye a la poderosa Horda, en donde Garrosh Grito Infernal le dio las espaldas a sus hermanos y se lanzo a la búsqueda de poderes oscuros. Snotling al principio de esta Guerra Civil, permaneció fiel a Garrosh pero según fue pasando el tiempo se dio cuenta de que los elementos no le hablaban y así descubrió el terrible secreto de Garrosh. Los chamanes oscuros Kor'kron estaban torturando y esclavizando a los elementos para usarlos en batalla y los elementos cautivos rogaron a Snotling y a todos los chamanes de Orgrimmar que les salvaran. Snotling tras descubrir ésta verdad huyó de la ciudad y poco después se enteró del intento de asesinato de Vol'jin, por lo que se puso en contacto con los Lanza Negra para buscar protección y esconderse. Después de que la Alianza y los rebeldes lucharan contra Garrosh y lo vencieran, Vol'jin se alzó con el puesto de Jefe de Guerra por lo que la hermandad que unía a la Horda y que la hacia fuerte volvió a ser grande.
   Poco después fue el juicio de Garrosh en Pandaria pero escapó a Draenor del pasado en otra dimensión, por lo que se ha lanzado una guerra hacia ese mundo a través del Portal Oscuro, gracias a Khadgar. Snotling en ese tiempo se unió a una naciente pero sangrienta hermandad llamada Vengeful Horde en donde mató a todo alianza que se encontró y lanzaron sangrientos asaltos a Ventormenta y otros sitios estrategicos de la Alianza.

   En la noche de Draenor se ven a dos figuras hablando a la luz de un fuego:

-Snotling: "El último asalto ha sido un desastre, nos cogieron el flanco y casi nos destrozan."
-Bloodjol: "Cierto, pero menos mal que tus hermanos de Vengeful Horde son tan resueltos y pudimos darle la vuelta, aunque se nos escapó el objetivo."
-Snotling: "Ya lo se, ya le cogeré vivo y lo mataré por mi mano."
-Bloodjol: "¿Qué piensas hacer?"
-Snotling: "No lo tengo pensado aún, pero ya lo veré."

   Pasaron toda la noche charlando en el fuego, mientras en otro sitio muy lejano alguien se dedicaba a forjar una armadura del color del fuego y a imbuirle con el poder de los elementos, en este caso del fuego. En una esquina de la forja se encuentran apoyadas dos mazas que fueron robadas en el pasado. Al amanecer del séptimo día, el forjador termina el trabajo y coloca el casco en el perchero mientras mira el amanecer y suspira lentamente; una vez ha tomado el contenido de un cuenco que se encontraba encima de una mesa cercana, se sienta en el suelo y comienza a meditar para entrar en armonía con los espíritus que le susurran que pronto llegará el momento de entregar a su propietario la armadura recién forjada y las armas robadas.