Instantaneas

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miércoles, 17 de junio de 2015

XXI - La cueva Mogu

  Entraron los tres en la cueva helada siguiendo las huellas de la sombra, que hacia tiempo les había precedido; cuando se adentraron lo suficiente observaron que el pasillo estaba iluminado con antorchas en ambas paredes y multitud de sombras y siluetas. Avanzaron hasta llegar a una gran sala, con varios pilares y multitud de tumbas a ambos lados; estaban en la cámara funeraria principal, avanzaron cautelosamente y cuando se estaban acercando al centro de la estancia oyeron una potente voz:

-Sombra: "Hola queridos, veo que sois tan estúpidos que me habéis seguido hasta aquí y este lugar sera vuestra tumba." -ríe estruendosamente.
-Snotling: "Tal vez sea donde seas destruido, ya que no nos vamos a dejar matar tan facilmente."
-Sombra: "Chaman, eres mas ingenuo de lo que pensaba, eres poderoso pero no estas a mi altura y la ayuda que has traído no te servirá de nada."
-Bloodjol: "Eso habrá que verlo bellaco, la Luz es poderosa y te destruirá."
- Thaip: "De aquí no escaparas maldita sombra."
-Sombra: "Venid a por mi, pequeños."

  Cuando se disponían a cargar contra la sombra, del suelo surgieron unos tentáculos que les inmovilizaron y aunque Snotling intentó convocar a los elementos, comprobó que no tenía conexión con ningún elemento. La Sombra se rió ya que había elegido un mal lugar, porque los mogu con sus construcciones bloqueaban cualquier acceso de forma espiritual o elemental.
La sombra accedió al pequeño altar que había en la estancia y dijo unas palabras antiguas y poderosas, de las tumbas que se disponían en los laterales se abrieron, dispersándose el polvo de siglos de tranquilidad en la cámara. De su interior salieron los mogu embalsamados del interior, controlados al parecer por la Sombra. La Sombra rió de forma malvada y se marchó por uno de los pasillos adentrándose en el interior del complejo mogu.
Bloodjol consiguió destruir los tentáculos que los retenía a los tres y se lanzo a la carga contra el mogu momificado mas cercano destrozándolo de un martillazo e iluminando la sala al usar los poderes de la Luz. Thaip empezó a danzar entre los mogus momificados y a clavar sus dagas a diestro y siniestro, mientras Snotling sacaba las mazas y destrozaba a los mogus momificados que se le acercaban. Tras unos minutos de destrozar mogus, fueron tras el pasillo por el que desapareció la Sombra.

  Cuando llegaron a la cámara donde la Sombra se encontraba vieron como estaba recitando un antiguo ritual y pronunciando palabras olvidadas en el tiempo. El aire empezó a levantarse, a crepitar y a surgir electricidad estática, pequeños relámpagos que erizaban los pelos de los elfos de sangre y del chaman. Snotling se lanzó con furia contra la Sombra y asestó un brutal golpe en su cabeza, hundiéndose las mazas y atravesando su cuerpo; al momento siguiente Snotling fue lanzado contra la pared por las fuerzas que se arremolinaban alrededor de la Sombra.
Bloodjol concentró en su martillo toda la fuerza de la Luz que pudo y se lanzó a la carga mientras Thaip corría en dirección también de la Sombra para asestar juntos un golpe combinado; el golpe de Thaip atravesó el incorpóreo cuerpo de la sombra mientras que el golpe de Bloodjol consiguió detener el ritual y enfadar a la Sombra. Thaip fue corriendo a ayudar a levantarse a Snotling mientras Bloodjol se ponía en guardia ante el posible contraataque de la Sombra. La Sombra gritó de tal forma que derribó a los tres y desapareció sin dejar rastro, la cámara empezó a temblar y a derrumbarse; los tres se levantaron y corriendo salieron al valle en donde estaba dicho complejo. Al poco de salir se derrumbó del todo y la entrada quedó sepultada.