Instantaneas

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domingo, 13 de octubre de 2013

I - Un chaman llamado.....

Soy Fión, un chamán orco de la gloriosa Horda:

   A poca gente este nombre puede que le suene ya que mi anterior nombre fue Snotling y estoy buscado por mis actos en Rasganorte contra la plaga y en el resto del planeta contra el Martillo Crepuscular. Soy un incansable chamán que ha combatido a lo largo de los años contra las amenazas habidas y por haber; aunque en este momento este intentando pasar inadvertido para que mi vida no corra peligro. Muchos enemigos he llegado a granjear y además esta la odiosa Alianza que esta ansiosa por darnos caza a los valiosos héroes.
En Pandaria he ayudado a mi gente a afianzarnos en el continente y a derrotar a los Sha, mogus, mantides y demás enemigos de los pandaren, asi como derrotar a poderosos héroes de todo tipo de raza que habita en el continente surgido de las nieblas. También he ayudado a los granjeros del Valle de los Cuatro Vientos y he sido obsequiado con un huerto que me ayuda a proveerme de los materiales que necesito y que además vendo en la subasta. Pandaria es un reino rico en minerales y como ingeniero que soy aprovecho para conseguirlos e intentar hacer algo de negocio.

   He sido desollador y encantador en mis primeras aventuras aunque un compañero de la hermandad en la que me reclutaron me aconsejo que me hiciera minero y joyero ya que sacaria bastantes beneficios y asi lo hice. Recuerdo como si fuera ayer vender mis gemas epicas en Dalaran a todo el que lo necesitara aunque me granjee bastantes envidias ya que fui un chico aplicado y trabaje bastante duro para tener el máximo posible de recetas y me saque un buen dinero. Con la llegada de Alamuerte y las nuevas aventuras que estaban por llegar me canse de prospectar los minerales que conseguia y entonces me hice ingeniero, ya que me encanta hacer cachivaches e investigar nuevos inventos y metodos.
    En esta nueva profesión, sin saberlo, empece a investigar con la saronita para sacarle mayor partido pero empece a oir voces y a tener extraños sueños; eran los susurros de Yogg-Saron que desde su prisión me intentaba volver loco. Mas aún concentrandome y llamando a mis queridos elementos conseguí evitarlos por un tiempo hasta que me plantee adentrarme en Ulduar y acabar con la fuente de mi incipiente locura.

   Por un casual me encontre con un grupo que se adentraba en la gigantesca estructura titánica y me uní a ellos valientemente. Sufrimos toda clase de catastrofes pero conseguimos derrotar a cada esbirro del Dios Antiguo hasta llegar a su lugarteniente el general Vezzax al que con mucho esfuerzo derrotamos. Bajamos a la prisión de Yogg-Saron y nos encontramos con una dulce muchacha llamada Sara, pensando que era una prisionera.

   ¡¡¡¡¡Que errados estabamos!!!!!

   Según nos acercamos empiezan a salir ignotos y ella empezó a decir cosas extrañas y algo raro pasaba cuando moria algun ignoto cerca suya. Al tiempo vemos que tiembla la estancia y Sara se transforma en una valkyr y sale debajo suya la verdadera cara del monstruo, un desafio a la lógica. Con mucho esfuerzo conseguimos derrotar al monstruo pero el precio pagado fue demasiado elevado ya que mi interes por lo oculto empezo a crecer mientras mi cordura descendia.
Despues de estos acontecimientos me uni a varias hermandades y grupos para expulsar al Martillo Crepuscular y derrotar a Alamuerte y evitar el cataclismo con la consiguiente destrucción del planeta. Poco despues de la muerte de Alamuerte fue cuando me cambie el nombre y desaparecí fingiendo mi propia muerte, aunque siempre vigilo mi espalda.